En el aprendizaje conviven múltiples factores: neurológicos, psicológicos, sociales, culturales, pedagógicos, afectivos, didácticos, entre otros, que muestran que el aprendizaje es un proceso global que requiere de un abordaje integral.
Estimular de manera oportuna las diversas áreas del desarrollo, prevenir y detectar posibles dificultades de aprendizaje específicas como inespecíficas, son tareas fundamentales a la hora de intentar garantizar el derecho a una salud integral de los niños y adolescentes.